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Proponen 15 de marzo para reinicio de visitas Esperar abrir Machupicchu el 15. El Gerente Regional de Desarrollo Económico Jean Paúl Benavente Ga

Proponen 15 de marzo para reinicio de visitas

Esperar abrir Machupicchu el 15.



El Gerente Regional de Desarrollo Económico Jean Paúl Benavente García, sostuvo que se propondrá ante la Unidad de Gestión de Machupicchu, abrir las puertas de la Ciudad Inca para el 15 de marzo, en vista que las emergencias han disipado.

La intención es retomar y promover la afluencia turística por otros ingresos que no necesariamente sean la línea férrea, por ello proponemos que se pueda realizar desde los ingresos de Mollepata-Salkantay, Camino Inca Tradicional o por el piso de valle.

El daño con la mala información que se dio sobre la situación de Machupicchu, debe revertirse y para ello es necesario abrir las puertas y si es posible el 15 de marzo.

Se espera la decisión que tomen tanto el Instituto Nacional del Cultura y el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas Por el Estado (Sernanp), tras la exposición que hagan los técnicos regionales al respecto del tema.

Uno de los fundamentos será que siempre en Camino Inca se han presentado lluvias y pese a ello se han realizado las caminatas de tres y cuatro días, lo que demostraría que no se pone en riesgo la integridad física de los turistas.

Cusco perdió mucho con la ausencia de turistas, luego de la campaña Cusco Pone se ha recuperado en algo, pero la inversión privada quedó paralizada, originando el desempleo de cientos de familias dedicadas a dicha actividad, explicó Benavente García.

Diariamente ingresaban mil 500 turistas en promedio a Machupicchu, quiénes por persona gastaban diariamente alrededor de 200 dólares en promedio, dinero que se ha perdido desde el pasado 24 de enero. Por ello esperan que la decisión sea positiva.





El Gerente Regional de Desarrollo Económico Jean Paúl Benavente García, sostuvo que se propondrá ante la Unidad de Gestión de Machupicchu, abrir las puertas de la Ciudad Inca para el 15 de marzo, en vista que las emergencias han disipado.

La intención es retomar y promover la afluencia turística por otros ingresos que no necesariamente sean la línea férrea, por ello proponemos que se pueda realizar desde los ingresos de Mollepata-Salkantay, Camino Inca Tradicional o por el piso de valle.

El daño con la mala información que se dio sobre la situación de Machupicchu, debe revertirse y para ello es necesario abrir las puertas y si es posible el 15 de marzo.

Se espera la decisión que tomen tanto el Instituto Nacional del Cultura y el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas Por el Estado (Sernanp), tras la exposición que hagan los técnicos regionales al respecto del tema.

Uno de los fundamentos será que siempre en Camino Inca se han presentado lluvias y pese a ello se han realizado las caminatas de tres y cuatro días, lo que demostraría que no se pone en riesgo la integridad física de los turistas.

Cusco perdió mucho con la ausencia de turistas, luego de la campaña Cusco Pone se ha recuperado en algo, pero la inversión privada quedó paralizada, originando el desempleo de cientos de familias dedicadas a dicha actividad, explicó Benavente García.

Diariamente ingresaban mil 500 turistas en promedio a Machupicchu, quiénes por persona gastaban diariamente alrededor de 200 dólares en promedio, dinero que se ha perdido desde el pasado 24 de enero. Por ello esperan que la decisión sea positiva.

DETERMINAN ABRIR MACHUPICCHU AL TURISMO DESDE EL 15 DE MARZO

En reciente reunión multisectorial, realizado el pasado viernes,entre las autoridades del gobierno regional y las instancias vinculadas a la actividad turística, se aprobó en forma unánime promover la apertura del complejo arqueológico de machupicchu a partir del 15 del presente mes de marzo, para ello se utilizara el camino inca

CUSCO VIVE

Es interesante como a raíz de un desastre natural y gran tragedia social para muchos pobladores del departamento del Cusco, se abra un debate sobre el “uso turístico” del patrimonio arqueológico.
Desde mi punto de vista nuestro patrimonio se debe orientar primero a la educación de los propios cusqueños, aprehender de nuestro pasado para ser mejores en el futuro, es “anecdótico” saber que muchos cusqueños no conocen Machupicchu, nunca han visto un cuadro de Diego Quispe Tito no saben porque es tan valioso el templo de Checacupe, no creo que ni el 10% haya viajado a la Reserva del Manu o haya surcado el camino Salkantay – Camino Inka – Machupicchu.
Nuestros antepasados fueron unos maestros en la arquitectura, toda su tecnología se ha ido perdiendo en el tiempo, nuestros paisanos ahora hacen sus casas con pircas, calamina y plástico.
Hay muchas razones para que esto suceda, pero la principal creo yo, es la de considerar el patrimonio cultural-natural básicamente como fuente de ingresos a través del dinero que pagan los turistas.
Otra razón importante son los costos que demanda conocer tu propia a tierra, alla por los 80s ir a camino inca solo implicaba tener una carpa y mucho ánimo, hoy hacer la ruta esta en promedio US$500 precio fuera del alcance de la mayoría, la ruta de “trekking” más famosa en América esta en Cusco, pero está dirigida a los extranjeros que deben contratar un agencia de viajes y no tiene tarifa diferenciada para los cusqueños, el INC da tarifas promocionales para colegios, pero… que hay del ciudadano de a pie; así como se publican las tarifas para extranjeros se debería publicar las tarifas o promociones para cusqueños (por ejemplo que los domingos no se paga en Machupicchu)
“Cusco para los cusqueños” debe ser un movimiento que todos debiéramos seguir, es irónico sentirse foráneo en tu propia tierra.
El turismo en si no es el problema, ni los turistas nuestros enemigos, el asunto es cómo manejarlo, desde años atrás hay una corriente que se llama “turismo responsable”, el cual básicamente busca que los beneficios de esta actividad se queden en la zona, como se logra esto: Contratando agencias locales, con guías locales, comprando las artesanías a los mismos que la producen, almorzando en pequeños restaurantes o mercados, hospedándose en casas albergue y haciendo “turismo” vivencial.